Principe Ernesto

Con su naturaleza gregaria y dionisíaca [impulsiva], el príncipe Ernesto, que no honesto, no podría ser más distinto a su apolíneo, sobrio y sereno hermano menor. Mientras que Alberto dedicó su adolescencia a asimilar conocimientos académicos, Ernesto se sumergió en las artes de la conquista y la jarana. A pesar de su inteligencia emocional y buen humor, algo de lo que carecía su frío padre, Alberto se sentía receloso de los aspectos más depravados de la conducta de su hermano. A pesar de esto, los dos hermanos, que sólo se llevaban un año, estaban casi tan unidos como si fueran gemelos, más aún a raíz del trauma de la separación y el divorcio de sus padres.

 

Principe Ernesto