Cinco historias de amor, con curiosas filias sexuales, coinciden en un calenturiento verano madrileño.

"Kiki, el amor se hace" es una divertidísima comedia de alto contenido erótico formada por la historia de cinco parejas y de sus problemas sexuales. Dacrifilia, elefilia, somnofilia y harpaxofilia son algunas de las particulares formas de obtener placer de los protagonistas de la cinta, quienes, para disfrutarlas, tendrán que decidir cómo integrarlas en sus vidas.

Con más de un millón de espectadores en salas."Kiki, el amor se hace" es el tercer largometraje de Paco León como director -tras "Carmina o revienta" y "Carmina y amén"- y la primera cinta que dirige fuera del 'Universo Carmina'. Coescrito por Paco León junto a Fernando Pérez, el guion está basado en "The Little Death", película firmada y dirigida por Josh Lawson.

Filme coral, "Kiki, el amor se hace" está protagonizado por el propio Paco León junto a Álex García, Natalia de Molina, Belén Cuesta, Ana Katz, Candela Peña, Luis Callejo, Mari Paz Sayago, Luis Bermejo y Alexandra Jiménez. Ellos son los encargados de dar vida a las cinco historias de la cinta:

Paco y Ana son una pareja de Lavapiés con una hija en común y en busca de nuevas maneras de avivar la pasión. En plena búsqueda -en la que experimentan con la erotolalia, el 'pissing' y el 'fursuit'-, aparece de repente Belén, una amiga de Paco que se encuentra en pleno desengaño amoroso y vital. Belén provocará en ellos la filia del poliamor.

Natalia y Álex son jóvenes, guapos y modernos. Se quieren, pero ella oculta unos extraños gustos sexuales, heredados y compartidos por varios miembros de su familia. Tras experimentar la dendrofilia, a Natalia comienza a hacerle tilín la harpaxofilia. Álex, visiblemente celoso, hará lo que sea para ser él quien la satisfaga.

Mª Candelaria y Antonio son una pareja de feriantes sin hijos, a su pesar. Tras una visita al médico, que le recomienda tener orgasmos para poder quedarse embarazada, Candelaria comienza a experimentar dacrifilia, adoptando como único objetivo el hacer llorar a su marido para poder excitarse.

En su maravilloso chalet con piscina, José Luis, un cirujano plástico, vive con Paloma, su intratable mujer postrada en una silla de ruedas tras sufrir un accidente, y Loreley, una interna filipina. Tras sedar accidentalmente a su mujer, a Jose Luis le sube la somnofilia y descubre que, gracias a ese ella, puede recuperar la llama de la pasión previa al grave siniestro. Sólo hay un inconveniente: para ello tendrá que ganarse la complicidad de la empleada del hogar.

Sandra es una chica muy especial y un tanto neurótica: convive con una iguana gigante, tiene intolerancia a la lactosa, una discapacidad auditiva que no le impide comunicarse y... elifilia. Encontrar el amor de su vida no le resulta nada fácil, pero todo cambiará tras atender una petición en el 'call center' donde trabaja traduciendo en lengua de signos llamadas telefónicas.