Agatha y la verdad del crimen

Inglaterra 1926. Agatha Christie decide desaparecer cuando se ve ante uno de los peores momentos personales y profesionales de su vida. La afamada escritora no encuentra nuevas historias que escribir y además su vida personal se desmorona cuando descubre que su marido le es infiel.

En mitad de esta crisis existencial, una desconocida la aborda y le pide ayuda para resolver el asesinato de su amiga Florence Nightingale. Haciéndose pasar por otra persona, la célebre narradora acepta la misión y para ello se las ingenia para reunir a todos los sospechosos en una mansión con el señuelo de cobrar la herencia de la fallecida. Mientras todo Reino Unido se moviliza para tratar de encontrar a la escritora desaparecida.

La actriz británica Ruth Bradley encarna a la joven Agatha en esta tv-movie inspirada en hechos reales: la desaparición de la escritora durante 11 días, uno de los episodios más misteriosos de su vida que además conmocionó a todo el país. Mil agentes de policía, más de 15.000 voluntarios organizados, varios aviones y una cantidad indeterminada de espontáneos se sumaron a la búsqueda. Su foto estaba en carteles, pasquines y portadas de diarios, hasta el extremo que incluso el New York Times se hizo eco de la desaparición.

A la búsqueda se sumó el mismísimo Sir Arthur Conan Doyle, el padre de Sherlock Holmes que, desesperado por no encontrar ni un solo rastro de su colega de oficio, se agenció un guante de Agatha Christie para entregárselo a una medium y conseguir por vías sobrenaturales lo que forenses y Policía no podían lograr. Once días después de su desaparición, Agatha Christie fue identificada en un hotel registrada con otro nombre. La escritora no sabía quién era ni por qué estaba allí y tampoco fue capaz de reconocer a su marido cuando este llegó a su encuentro.