Aunque la hormona se vista de seda...

Fermín es un boticario que ha dejado plantado a una mujer en la iglesia por tercera vez y esto le está empezando a crear muchos complejos. Posiblemente sea pánico a las mujeres o timidez sexual pero lo cierto es que incluso duda de su gusto por el sexo opuesto.

Convencido de que algo no funciona bien en su interior y siendo incapaz de superar sus miedos, Fermín decide que su vida no tiene sentido. Cuando está a punto de acabar con su triste existencia, aparece Bienvenido, un fresco que le cambia la vida y lo ayuda a romper con sus complejos.

A partir de un argumento de Manuel Summers, que también actúa en la cinta, el cineasta Vicente Escrivá ("Montoyas y Tarantos", "Matar al Nani", la serie "Manos a la obra") construye una película al servicio de Alfredo Landa, donde ya apuntaba un tipo de personaje, reprimido sexualmente, que le daría mucho juego en películas posteriores.

La interpretación femenina corre a cargo de una joven Ana Belén, quien debutó en el cine con tan sólo trece años en la película infantil "Zampo y yo".