'¿Qué fue de Jorge Sanz?', por David Trueba

"Las series en general no son muy realistas, tienen una cierta tendencia a ser de género o a tratar el pasado, pero de un pasado un poco inventado para la serie. Y a mí me gusta que se cuele la realidad del momento". David Trueba

David Trueba: “Solo hay una cosa peor que el fracaso, el éxito” (Público)

¿De dónde surge la idea de continuidad? 

Después del éxito de la primera temporada, era fácil caer en la tentación de poner en marcha una segunda temporada y recoger los frutos. Pero una idea más ambiciosa se abrió paso. La de rodar tan solo un episodio cada cierto tiempo y lograr así incorporar a la misma serie las huellas del paso del tiempo. A modo de un recorrido apasionado por la figura de un actor, reencontrarse cinco años después con Jorge Sanz y otros personajes de esta ficción, era un oportunidad para reflexionar sobre el curso del tiempo y sus consecuencias.   

El formato 

El reto era poner en pie un capítulo con una duración más acostumbrada para una película de largometraje.   La producción pequeña, flexible, rodada en una especie de formato casi documental con algunos actores no profesionales y situaciones sacadas de la realidad, tenía que asemejarse a los capítulos anteriores, pero no la magnitud del episodio, que debía desbordarse en una trama plagada de actores secundarios, que completaran la peripecia de Jorge Sanz. El reto era lograr un episodio que fuera continuidad, celebración, pero también un paso adelante en la propia serie.   

Las referencias

La referencia principal es la propia vida. Jorge Sanz tiene la suerte de irradiar algo que nadie antes ha sabido poner en pantalla. Su propio éxito y su fracaso son el argumento de esta serie. No se trata de intentos de parodiar el fracaso llevados a cabo por actores de éxito, que fingen representar a personajes a los que le va mal, como hemos visto en series y películas. Aquí se trata de enfrentarse a la realidad en toda su dureza y conseguir que el espectador se espeluzne y conmueva.  El humor de Qué fue de Jorge Sanz es doloroso pero catárquico. Se convierte en un comentario incisivo sobre la realidad profesional de los artistas. Emotivo y caudaloso, el episodio séptimo, pretende apuntar hacia una saga que solo termine con la propia muerte de los protagonistas. Nada hay más terrible que depender en la vida del gusto de los demás y de su simpatía, por eso la vida de un actor es dura. Frente a la habitual representación de sus aventuras como una afable carrera hacia el éxito, Jorge Sanz nos muestra las dos caras del oficio.

Confiesa que te gusta