Ni un pelo de tonto

Sully es un obrero de la construcción sexagenario en edad de jubilarse que se niega a crecer y continúa tan animado, adulador y rebelde como de joven. Vive en una pequeña comunidad del estado de Nueva York, donde todo el mundo se conoce. Sully, peleado con medio pueblo, realiza pequeños trabajos, en parte para estar ocupado y en parte para subsistir. Hace años que abandonó a su familia. Vive en casa de la antigua profesora miss Beryl, junto a su hijo, un especulador inmobiliario. A cambio del alojamiento, Sully, que tiene graves problemas económicos, hace trabajos domésticos, mientras que intenta ser contratado por el propietario de la constructora local, Carl Roebuck. La mujer de éste, Toby, siente una irrefrenable pasión por Sully. Todo se complica en su vida cuando su hijo, al que abandonó cuando tenía un año, y su nieto, al que no conoce, se presentan en casa de su ex mujer.