A través de los olivos

Un equipo de rodaje llega a un pueblo del norte de Irán, en la región de Koker, devastado por un temblor de tierra, para realizar una película bajo el título de "Y la vida continua". Hossein, un joven muchacho del lugar, es contratado como ayudante del equipo y además se le asigna la interpretación de un pequeño papel en la película. Debido a una casualidad, su compañera es Farkhondé, una muchacha del vecindario, de la que está locamente enamorado. La familia de Farkhondé rechaza el matrimonio porque Hossein no tiene casa propia en posesión. El temblor de tierra no ha dejado ninguna casa intacta, los padres de la chica están muertos. Hossein vuelve a insistir con su petición de mano a la abuela de Farkhondé, que se opone igualmente. Pero Hossein insiste en su demanda: "Ahora todos estamos en la calle, sin techo; todos somos iguales...". El seguirá hasta el final a su amada, intentando que el rodaje no se interponga entre ellos y dé lugar a ningún malentendido. Y mientras los cineastas se preocupan de los mecanismos y rutinas que conforman la filmación de la película, Hossein y Farkhondé viven una silenciosa historia de amor que va mucho más allá del mundo de cine.

"A través de los olivos" es la última parte de una trilogía dedicada al valle de Koker que incluye "¿Dónde está la casa de mi amigo?" y "Y la vida continúa" (1992), de la que podemos ver cómo se rodaron alguna escenas. "A través de los olivos" es una película que se abre como una muñeca rusa, en la que dentro de cada filme hay otro. Cine dentro del cine en el que un equipo de filmación llega al valle de Koker en el que se rodará "Y la vida continúa" e inicia la preparación del rodaje de esta película: selección de personajes, pruebas con los actores, localizaciones. En "A través de los olivos" encontramos ficción y realidad, documento y narración, historia y memoria en una obra repleta de espejos y de ecos.