Episodio 2

A medida que sale el sol y se va poniendo sobre la isla, el asesino se va cobrando una a una a sus víctimas. Cada vez van quedando menos. Los invitados de la mansión descubren que los asesinatos tienen mucho que ver con las letras de una canción infantil, "Diez soldaditos", cuyas copias están colgadas en cada habitación de la casa. Los huéspedes tratan de combatir al asesino, pero sus intentos de anticiparse y burlarle de él son frustrados e inútiles.

La confianza que tienen entre ellos se va debilitando a medida que pasan las horas. Las acusaciones vuelan, sospechan unos de los otros, y aun así se forjan alianzas y se hacen tratos entre algunos de ellos. A medida que las posibilidades de sobrevivir se reducen, la sospecha mutua deja paso a una sensación de tristeza colectiva.

La noche se va acercando, y cada invitado debe afrontar los oscuros secretos de su pasado.