Flores rotas

La vida de Don ha sufrido un cataclismo emocional. Su última novia, Sherry, lo acaba de abandonar, y su energía vital se ha volatilizado junto con Sherry. Sus vecinos y amigos intentan que Don levante cabeza pero no puede levantarse ni del sofá.

En medio de este desastre, recibe una carta en la que una de sus antiguas amantes, que no se identifica, le comunica que, fruto de su relación, nació un hijo que ahora puede estar buscándolo. Intrigado por la noticia, su vecino, un hombre aficionado a la investigación detectivesca, lo empuja y ayuda a realizar un viaje para visitar a todas las candidatas posibles a ser la madre de su hijo. Las sorpresas lo esperan detrás de la puerta de cada antigua novia.

Jim Jarmusch es uno de los cineastas independientes más personales del panorama americano desde la primera película que llamó la atención de la crítica en 1984, "Extraños en el paraíso", con la que ganó premios en Cannes y Sundance. Después vendrían títulos como "Bajo el peso de la ley" y "Dead Man", mientras se divertía con los cortometrajes de "Coffee and Cigarettes" que luego desembocarían en el largometraje del mismo título.

"Flores rotas" participa de esa mezcla de géneros que gusta a Jarmusch, saltando del drama a la comedia con naturalidad. Pero para conseguir esta transición sin sobresaltos tenía que contar con alguien como Bill Murray ("Lost in Translation", "Coffee and Cigarettes"). Un actor que sabe divertir poniendo voz a un gato como Garfield y sufrir el drama de un insomne americano en Japón. Un talento reconocido que podía representar el vacío de un corazón roto y mostrar el lado más humano y divertido en la desgracia.

De la solidez del guión habla la participación de grandes actrices que aceptaron hacer pequeños papeles que aportaran sorpresa a cada etapa del viaje: Jessica Lange, Sharon Stone, Tilda Swinton, July Delpy y Chloë Sevigny.