Sombrero de copa

Joya del cine musical americano. Gracioso argumento el de esta película que juega con las falsas identidades de los personajes. Su acción se desarrolla en una hermosa Europa recreada en los estudios de Hollywood.

Jerry Trayers (Fred Astaire), estrella de la comedia musical de Estados Unidos, llega a Londres y se aloja en la habitación del hotel del empresario de revistas Horace Hardwick (Edward Everett Horton), que es el productor de su obra. Dale Tremont (Ginger Rogers), procedente asimismo de los Estados Unidos, ocupa el apartamento inferior. Jerry canta y baila pero estas muestras de humor y alegría molestan a Dale, que formula una queja ante el director del hotel, el cual telefonea a Horace para lograr que cese el ruido. Pero Jerry no hace el menor caso, en vista de lo cual, Dale se precipita hacia el piso superior y reclama silencio. Jerry, extasiado ante la encantadora visitante, tartamudea una explicación mientras Dale se aleja, a medias disgustada y divertida.

Ya de regreso a su apartamento del hotel, Dale se encuentra con su modista, Alberto Beddini (Eriki Rhodes), cuyas creaciones viste, haciendo una adecuada propaganda entre sus distinguidas amistades. Se entera por Magde (Helen Broderick), que Horace, que ella cree que es Jerry, está casado con ella, y le rechaza. Jerry se lamenta ante Horace del comportamiento de Dale, que para él resulta inexplicable.

Horace se imagina que tras todo ello se oculta algún secreto y encarga a su mayordomo Bates (Etic Blore) que vigile a Dale. Esta viaja con Alberto Beddini a Venecia, donde, por despecho, se piensa casar con él. En la ciudad de los canales, desembocadura del enredo, coincidirán todos los personajes y todas sus confusiones de identidad.