Surcos

El director José Antonio Nieves Conde aborda en esta cinta aspectos incómodos de la realidad española: la inmigración del campo a la ciudad, el mercado negro, el desempleo, la prostitución femenina, etc., que le causó graves problemas con la censura.

Manuel, cansado de trabajar la tierra, decide marcharse a Madrid con la compañía de su mujer y sus tres hijos. Pero una vez allí, las cosas no marchan bien y sus caminos se tuercen. El hijo mayor se mezcla con una banda de ladrones y la hija se hace amante de "El Chamberlain", un tipo dudoso. Sólo Manolo, el tímido hijo menor, parece prosperar después de haber sido despedido de su trabajo. Un día tras otro, los intentos de los recién llegados por sobrevivir con honradez y dignidad en la gran ciudad fracasan tristemente.

Para conseguir mayor realismo, el equipo de la película recorrió los barrios madrileños de Atocha, Lavapiés, Legazpi y Embajadores, fotografiando los rincones, casas y personas, y comprando el vestuario a las gentes de allí.

Esta certera crónica del Madrid de los años cincuenta se concibió como una película de propaganda para evitar el éxodo del campo a la ciudad. Los resultados fueron mucho más allá de lo previsto, provocando la destitución del Director General de Cinematografía por autorizarla y recompensarla económicamente.