Cuando todo está perdido

Durante un viaje por el Índico, su único ocupante se despierta tras colisionar con un contenedor abandonado. Con un boquete en el casco y el velero averiado, intenta seguir surcando las aguas.

Un casi octogenario Robert Redford pareció no temerle a los retos y se puso ante las cámaras, para interpretar en solitario y casi sin diálogo, a un misterioso marinero experimentado a la deriva que lucha por sobrevivir y por llegar a tierra firme. Y salió muy airoso de este desafío, por el carisma y el talento que demuestra y por brillar no solo en el aspecto físico del personaje, sino en las demandas intelectuales. Su esfuerzo fue compensado con nominaciones a los Globos de Oro y a los Spirit Awards (los galardones independientes más prestigiosos de los Estados Unidos).