Marcado a fuego

Un excelente western psicológico, dirigido por Rudolph Maté, que narra una buena historia y cuenta con numerosas escenas de acción. Hace 25 años el hijo de los Lavery fue secuestrado cuando era un bebé. El desalmado Leffingwell (Robert Keith) convence a Choya (Alan Ladd) para que se haga pasar por el hijo perdido de los Lavery con objeto de poder conseguir su fortuna. Choya está decidido a interpretar su nuevo papel hasta el final, sin embargo, empieza a tener dudas cuando el propietario del rancho, Lavery (Charles Bickford), y su esposa (Selena Royle) le demuestran el afecto familiar del que Choya siempre ha carecido. Su "hermana" Ruth (Mona Freeman) todavía hace más incómoda la situación de Choya, ya que siente algo por ella que, como hermano, no debería. Harto del engaño, Choya confiesa el fraude y, deseoso de redimirse, decide ir en busca del verdadero hijo de los Lavery.