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Durante la Segunda Guerra Mundial, los japoneses descifraban, una tras otra, las transmisiones militares encriptadas, reduciendo de forma espectacular el avance de las tropas estadounidenses. A finales de 1942, varios cientos de indios navajos fueron reclutados como marines y entrenados para usar un código militar secreto basado en su lengua materna, el único que no pudo ser descubierto por los japoneses, lo que decidió el desenlace de la guerra.

Con ocasión de la batalla de Saipan, a los marines Joe Enders y Ox Anderson se le asigna proteger a los cifradores de mensajes Ben Yahzee y Charlie Caballo Blanco. Sus órdenes son proteger la vida de estos hombres, pero en el caso de que uno de ellos estuviera a punto de caer en manos del enemigo, su cometido sería "proteger el código a toda costa". Sin embargo, la guerra crea estrechos lazos de amistad entre los soldados, enfrentados a tener que tomar la decisión más difícil de sus vidas.