Por Eduardo Téllez

HURRICANES: Tras el fiasco de 2015, por fin lograron su sueño y ahora lo tienen todo para repetir éxito. Son puro espectáculo a campo abierto, los apóstoles del ‘Running Rugby’, con rupturas, offloads  y ensayos de escándalo. El dúo TJ Perenara-Barrett dirige la orquesta y su música es celestial, gracias a estrellas como Coles, los hermanos Savea y Milner-Skudder. Se fue Vito, pero se han hecho con Jordie Barrett, la última perla kiwi y hermano de Beauden. El gran favorito. Puesto en 2016: Campeón.   

CRUSADERS: Una franquicia legendaria, el equipo más laureado del torneo con sus 7 títulos. Pero de la historia no se vive y menos cuando el trofeo no es tuyo desde 2008. El heptacampeón quiere recuperar el ‘Rugby Total’ que le dio el éxito en su época dorada con Carter y McCaw, aunque ha perdido a Ellis, Nadolo y al técnico Todd Blackadder; a cambio, llegan Tamanivalu y Digby Ioane. Deben entrar en playoffs y después… Puesto en 2016: 6º.

CHIEFS: Las bajas de SBW, Tamanivalu o Pulu podrían meterles en apuros. Pero su gen competitivo con Dave Rennie es de los mejores del torneo, sin olvidar el rugby de Retallick, Cane, Messam, Cruden y los emergentes Damian McKenzie y Anton Lienert-Brown. Son el equipo kiwi más completo, gracias a su logrado equilibrio entre set-piece y breakdown. Deberían llegar lejos. Puesto en 2016: 4º.

LIONS: La última esperanza del deprimido rugby sudafricano. Ya avisaron en 2015 con su 8º puesto y el año pasado bordaron el rugby hasta la final. Su estilo es una ‘herejía’ para los guardianes de la ortodoxia ‘bokke’: juego a la mano, fases ultrarrápidas y rupturas brutales para barrenar defensas. ‘Running Rugby’ eléctrico tejido por la pareja De Klerk-Jantjies y seguido por todos, desde el pilier al zaguero. Optarán a todo. Puesto en 2016: Subcampeón.