El 1 de diciembre de 1955, Rosa Parks, la "madre del Movimiento por los Derechos Civiles", rehusó levantarse de su asiento en un autobús público para dejárselo a un pasajero blanco.
Ocho años más tarde, tras la “marcha por los derechos civiles” en Washington, Martin Luther King pronunció su famoso discurso “Yo tengo un sueño”, pero esos sueños acabaron trágicamente. Durante esos años, Sam Cooke escribió “A change is gonna come”, una canción que se le apareció en un sueño, como el de Martin Luther King. “Strange Fruit”, el desgarrador tema de Billie Holliday, fue otro de los lemas del movimiento por los derechos civiles estadounidenses, como el “Mississipi Goddam” de Nina Simon, compuesto a raíz de un atentado con bomba contra una iglesia de la comunidad negra de Birmingham.
En España, el sentimiento racista más reciente también ha estado vinculado a la inmigración, a la masiva llegada de ciudadanos subsaharianos en pateras o a los intentos de saltar la valla que separa Melilla de Marruecos. A lo largo de los años, estas injusticias sociales se han visto reflejadas en canciones como “Contamíname” de Pedro Guerra, popularizada por Víctor Manuel y Ana Belén, “Espaldas mojadas” de Tam Tam Go, “La casa por la ventana” de Joaquín Sabina, “El extranjero” de Bunbury o “Frontera” de Jorge Drexler.