CAPÍTULO 6: HOY

Consciente de que el fútbol se acaba, Iker Casillas acepta un canto que lleva meses rondándole la cabeza: luchar por la presidencia de la Federación Española de Fútbol. En mitad de una pandemia Iker se despide de Oporto y busca en Madrid, como 30 años atrás, un nuevo comienzo. Una carrera llega a su fin, una vida empieza de cero.

CAPÍTULO 5: AMOR Y ODIO

Durante dos semanas, España y el mundo del fútbol se paralizan para ver cuatro combates seguidos entre el Barça de Pep Guardiola y el Madrid de José Mourinho. Jugadores que un año antes habían sido campeones del Mundo, amigos y casi hermanos ahora no se soportan. Comienza en ese momento una de las rivalidades sobre las que más se ha escrito en la historia del deporte. Casillas y Mourinho; Mourinho y Casillas. Uno de los chicos preferidos del Bernabéu deja de serlo. Aparecen las dudas y los silbidos. Por primera vez en su vida Iker es perseguido en su propio estadio, así que la idea de terminar su carrera en el Madrid ya no parece tan clara. Después de los éxitos de la Selección Española, el Mundial de Brasil y la Eurocopa de Francia suponen el fin de un ciclo. Iker abandona Madrid rumbo a Oporto. Allí jugará, sin saberlo, el último partido de su vida. Ocurrió en un modesto estadio a 30 kilómetros de Oporto. En aquel momento faltaban cuatro días para el 1 de mayo.

CAPÍTULO 4: CAMBIAR DE PIEL

Primero como aficionado y años después como portero, Iker Casillas había asistido muy de cerca a la leyenda negra que acompañaba a la selección española de fútbol. La que siempre acababa en unos cuartos de final, en una tanda de penaltis o en un árbitro como excusa. Hasta que una noche de verano de 2008 un país despistó a la fatalidad. Ocurrió en Viena, en una tanda de penaltis en la que Iker fue decisivo. Y de Viena a Johannesburgo, y de una tanda de penaltis a un mano a mano contra Robben. Las dos cumbres de la Selección Española desembocan en Casillas. Nueve años después de levantar la Copa del Mundo Iker se enfrenta a la decisión más difícil. La última revisión médica resulta como esperaba. Se acaba 2019 y por primera vez en su vida el fútbol parece alejarse.

CAPÍTULO 3: GLASGOW

De jugar en Tercera a ser titular con el Real Madrid y levantar la Copa de Europa. Y todo en menos de un año. Así devoraba los plazos un joven que rumbo a Glasgow iba a vivir la temporada más extraordinaria.

CAPÍTULO 2: EMPEZAR, VOLVER

Septiembre de 1999. El Real Madrid estrena portero. Tiene 18 años, pero su nombre ya lleva tiempo sonando en Madrid. Nueve años antes ese chico de Móstoles ya formaba parte de la cantera. Con 13 años entrenaba con los de 18 y con 15 ya era un fijo de las categorías inferiores de la selección española. Campeón de Europa sub 16 y del Mundo Sub 20, el nombre de Iker Casillas se presentó en sociedad cuando el Real Madrid le sacó del instituto para viajar con el primer equipo y dio la vuelta al mundo cuando en 1999 debutó en San Mamés. La historia avanza 20 años en el tiempo. Iker Casillas está en Oporto recuperándose del infarto. Ahora la pelea es diferente. En su corazón no hay secuelas y la rehabilitación avanza con éxito. Solo él parece convencido de que podrá volver a jugar.

CAPÍTULO 1: EL INFARTO

El 1 de mayo de 2019 Iker entrenaba junto a sus compañeros del FC Porto cuando de repente se encuentra mal. Le falta el aire, se aleja y cae en la banda. Nadie sabe lo que le está pasando. Se pone en marcha una lucha contrarreloj por salvar su vida. Sin tiempo para llamar a una ambulancia alguien tendrá que llevarle al hospital en su propio coche. Un reducido número de médicos y especialistas se cita para intervenir a un Iker que en ningún momento es consciente de la gravedad de lo que le está ocurriendo.