Los crímenes de Londongrado

Basado en una investigación periodística nominada al Pulitzer, este 'true crime' analiza catorce muertes ocurridas en circunstancias sospechosas en Londres, ciudad que en los últimos tiempos se ha convertido en el refugio de los oligarcas rusos en el exilio. Supuestos suicidios, accidentes y asesinatos con un denominador común: todos los fallecidos estaban relacionados con Rusia de alguna manera.

Esta serie documental de tres episodios narra la investigación llevada a cabo por la periodista británica Heidi Blake y su equipo de Buzzfeed. Un aparente suicidio acaecido en 2014 fue el detonante de unas pesquisas que los llevaron a conectar entre sí catorce muertes, catorce misterios sin resolver que podrían ser crímenes ordenados desde el Kremlin.

Todo comienza con la muerte de Scot Young, un reconocido promotor escocés cuyo cadáver apareció empalado en la verja de su casa en Marylebone, ¿suicidio? Scot estaba relacionado con Boris Berezovsky, el padrino de los oligarcas rusos y uno de los mayores opositores de Putin quién aparentemente se ahorcó en el baño de su casa.

La muerte de Gareth Williams resulta aún más desconcertante. De profesión espía, su trabajo se centraba en seguir el lavado de dinero de la mafia rusa. Fue hallado en una bolsa de deportes en cuyo interior murió asfixiado y donde supuestamente se introdujo por sí mismo. Otro supuesto suicidio fue el del médico británico Mathew Puncher que detectó el veneno en el organismo de Litvinenko. Según el informe policial se autoinfligió veintitrés puñaladas con dos cuchillos de cocina. Y así hasta catorce muertes sospechosas con detalles más propios de la ficción que de la realidad.

Emitido en Sky Documentaries, este true crime está dirigido por el nominado al Oscar Jed Rothstein y cuenta con los testimonios de la periodista Heidi Blake y su equipo además de numerosos allegados a los catorce fallecidos, policías implicados en las investigaciones y diplomáticos rusos, entre otros.

Además, esta serie pone de manifiesto las consecuencias de la política de puertas abiertas del gobierno británico a los millones de rublos que han ido llegando en los últimos años gracias a la visa de oro, un tratamiento fiscal favorable, un entorno seguro y cierta protección política que han convertido a la capital británica en Londongrado. Pero el dinero ruso tiene un precio.